Como en toda celebración, no podía faltar la música, el baile y la comida.
Entre todos preparamos una pequeña danza del dragón, nos hubiera gustado hacer un dragón grande y ponernos todos por debajo para bailarlo, pero no nos daba tiempo, así que utilizamos una de las cabezas de dragón que hicimos durante el proyecto. No teníamos dragón pero lo pasamos fenomenal. Es muy divertido llevar todos el mismo ritmo, ponernos de acuerdo para hacer giros, levantar piernas y hacer saltos.
Y como en toda fiesta, no puede faltar la comida. Y siiii, ¡hemos comido con palillos!. Cada uno tenía sus palillos y teníamos que intentar comer gusanitos con ellos. Al principio nos pareció muy difícil
pero ¿sabéis que? ¡No ha quedado ningún gusanito!
¡Lo hemos pasado genial y queremos volver a celebrarlo!
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