A mediados del segundo trimestre comenzamos nuevo proyecto en la clase roja.
Se trataba nada más y nada menos que de investigar sobre cómo duermen los animales y... parece que algunos lo hacen de forma muy curiosa.
Para dar comienzo a este proyecto que titulamos UN SUEÑO BESTIAL, hemos realizado una actividad muy especial que consistía en entrar en un aula casi a oscuras, desplazarnos por el espacio tranquilamente mientras escuchábamos una nana de fondo.
Luego, y después de haber realizado una asamblea para contar cómo nos sentíamos, escuchamos un poquito de el carnaval de los animales de Camille y terminamos tocando algunas teclas del teclado.
A partir de ahí, nos hemos propuesto diferentes retos como por ejemplo elegir un animal que nos guste, decir cómo creemos que duerme y luego, con la ayuda de nuestra familia, buscar la información para ver si estamos en lo correcto o no.
Además hemos ahondando un poquito más en técnicas del mindfulness como por ejemplo a través de diferentes posturas. Por ejemplo, hemos practicado estas tres:
- Postura del león.
En otro momento, aprendimos que, para poder relajarnos, es muy necesario ser conscientes de nuestra respiración por lo que nos pusimos manos a la obra:
- Primero leímos un fragmento de nuestro cuento RESPIRA.
- Luego creamos nuestros barcos de papel.
- Después escuchamos un audio sobre las olas del mar.
-Por último, practicamos la respiración con los barcos en nuestro abdomen para ser plenamente conscientes y así controlar la respiración.
Más adelante, investigamos sobre cómo duermen los murciélagos y de esa investigación, salió la idea de crear una cueva para los mismos y a su vez crear murciélagos con material reciclado.
Incluso, quisimos convertirnos, por un tiempo, en murciélagos e intentar dibujar como creemos que lo podrían hacer ellos. ¡Lo pasamos bomba! Y con música de fondo...quedamos super relajados.
También, gracias a unas cartas de animales, aprendimos a jugar a una simulación del Quién es quién.
Uno de nosotros elegía una carta sin enseñársela al resto de compis y estos últimos tenían que hacerle preguntas pero sólo podía respondernos Sí o No y así intentar adivinar de qué animal se trataba.
Aprovechamos también para recordar qué sentidos tenemos y si necesitamos usar todos a la vez. Por ejemplo, nos colocaron delante de cada uno de nosotros un trozo de una pieza de fruta. Lo primero que hicimos fue usar el sentido de la vista para intentar adivinar de qué fruta se trataba. Luego utilizamos el sentido del olfato. Más tarde el del tacto y averiguamos de que estaba fresquita y mojaba. Por último, gracias al sentido del gusto, comprobamos que se trataba de una manzana.
Además algunos han averiguado, que, aunque pensaban que no, sí que les gusta la manzana verde.
¡Pronto sabréis qué más hemos investigado y aprendido con este proyecto tan chulo!
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